Igual que me ocurrió durante el viaje alrededor del mundo, me ha dado la sensación de que el tiempo ha pasado mucho más despacio.
El hecho de salir de la rutina que tenía estos últimos meses en Barcelona para ir a vivir a un lugar totalmente nuevo y trabajar en algo diferente a lo que acostumbraba ayudan a estar más presente y eso hace que el tiempo no se vaya volando, cosa que me encanta.
Varias cosas quería escribir aquí:
- Eres valiente por dejar tu trabajo y tu ciudad e irte a un lugar que no conoces a emprender otra vez.
Ya he escuchado esta frase varias veces. No es que le eche muchos huevos al asunto, sino que me parece algo completamente racional y normal: ¿por qué no voy a dedicarme a hacer lo que quiero si puedo hacerlo?
Es decir, lo que me daría miedo sería no hacerlo. Me daría mucho miedo quedarme en un trabajo que ya no me llena y en el cual no aprendo a la misma velocidad que antes o en una ciudad que me conozco como la palma de mi mano y de la que ya me aburro, porque he vivido allí toda mi vida.
Solo el hecho de pensarlo me provoca ansiedad.
Si en cambio veo que, con unas cuantas decisiones, puedo encontrarme otra vez rodeado de nuevos retos, diversión y perspectivas, ahí que me iré de cabeza.
- ¿Y por qué Menorca?
Bueno, por varias razones.
La primera y más importante de todas: para quemar los barcos. Si lees en inglés, te encantará el post Burn your boats, en el cual Billy explica perfectamente qué significa. Si no, decirte que el nombre este viene de una historia similar a ésta:
Hace mucho tiempo, un gran guerrero se enfrentó a una situación en la que era necesaria tomar una decisión que asegurase el éxito en el campo de batalla. Estaba a punto de enviar a sus ejércitos contra un enemigo poderoso, cuyos hombres superaban en número a los suyos. Subió a sus soldados en los barcos, zarpó hacia el país enemigo y en cuanto los soldados y el equipo desembarcaron dió la orden de quemar las naves que los habían llevado hasta allí. Dirigiéndose a sus hombres antes de la primera batalla, les dijo: “Ya véis que los barcos están quemándose. Eso significa que no podremos abandonar estas orillas vivos si no ganamos. Ahora ya no tenemos otra opción. O ganamos o perecemos.”
Y ganaron.
Este hecho, el de cortar todas las alternativas posibles de retirada, el no tener un plan B y jugarse todas las cartas en una mano, es esencial para mantener el estado mental adecuado. Necesito que el ardiente deseo de que ésto salga bien no se apague ni disminuya en ningún momento.
Es lo que hace que me esté jugando hasta el último euro de mis ahorros y que haya declinado varias ofertas de trabajo freelance relacionadas con el SEO este último mes.
La segunda razón es el aislamiento. Cuando uno trabaja desde casa parece que esté siempre disponible para los amigos y la familia. Ya lo experimenté anteriormente. De repente te mandan recados que no puedes rechazar (“¡Pero que más te da, si luego por la tarde recuperas este rato!”), te interrumpen constantemente y creen que este tipo de trabajo no es tan serio como el de ir a una oficina, cuando en realidad lo es mucho más porque no tienes a nadie al que rendir cuentas más que a ti mismo y necesitas una gran autodisciplina.
Podríamos habernos marchado simplemente a las afueras de Barcelona o en algún pueblo de Catalunya, pero entonces sería demasiado sencillo para cualquiera con un coche venirnos a visitar cualquier día o nosotros coger un tren y estar en la ciudad en pocas horas. Si queríamos centrarnos, teníamos que poner agua de por medio.
La tercera razón es el dinero. Barcelona sigue siendo una de las ciudades más caras de España para vivir y, por el mismo precio que tendría una sola habitación allí, en Menorca podemos alquilar un dúplex nuevo con espacio de sobras para los dos, totalmente equipado y con unas vistas y una terraza acojonante. Y encima sin el ruido ni la polución de una ciudad.
Es cierto que no tenemos un cine en el pueblo, ni muchas tiendas, ni restaurantes ni espectáculos ni nada de eso, pero tampoco los necesitamos. Hemos venido aquí a trabajar y el estar rodeados de montes y tener la playa a 5 minutos en coche ya es suficiente.
El vivir de forma más barata nos da unos cuantos meses más de margen para poder trabajar mientras SnailMusic aún no da los beneficios que querríamos.
Y la cuarta razón es la inspiración. Quieras que no el trabajo que estamos haciendo es artístico y el poder inspirarnos con paisajes bonitos siempre viene bien 🙂 Cuando uno piensa donde le gustaría vivir, no se por qué pero una isla aparece en la cabeza la mayoría de las veces. Ya estuve en Langkawi viviendo unos meses y fueron unos de los mejores de toda mi vida, así que ¿por qué no probar en Menorca?
Todo el mundo me decía que era una isla mágica, llena de rincones espectaculares y la verdad no puedo confirmarlo, porque no hacemos otra cosa que currar y en un mes entero solo hemos ido a la playa 3 o 4 veces, jajaja.
- ¿Y cómo va el negocio?
Bien. No es todo de color de rosa por supuesto, pero en general bien. Estamos aún en una fase embrionaria, ya que hace 7 meses que empezamos este proyecto pero poco más de 1 que nos estamos dedicando a él al 100%. No hay ningún negocio serio del que puedan esperarse resultados espectaculares después de haberle dedicado tan poco tiempo y el nuestro no es diferente.
Estamos metidos en un marketplace lleno de autores en el que se suben casi 500 canciones y efectos de sonido nuevos cada día. Esto supone que, o tenemos un producto muy bueno, un gran foco y una estrategia de marketing acojonante, o no habrá manera de subir a la superficie.
Pero no estaríamos aquí si no hubiéramos hecho un análisis en profundidad de todas las variables y decidido que, con los recursos que tenemos, podemos llegar arriba en un tiempo razonable.
- ¿Y cómo te sientes tú?
Nunca me había encontrado mejor en mi vida. Esto no es tan divertido como lo era viajar por el mundo de mochilero sin destino, ni mucho menos, ya que aquí no hago nada más que trabajar, hacer ejercicio e ir a la playa algún día si se puede, pero sigue siendo una pasada.
Puedo hacer yoga cada mañana durante una hora y meditar por la noche durante media hora más, sentirme libre de escoger qué hacer y cómo hacerlo y de aprender lo que quiero aprender en cada momento.
Por un lado tengo la paz que proviene de todo ésto y por otra la montaña rusa emocional que sigue siendo el hecho de montar un negocio.
Quien se haya embarcado en algún proyecto de una mínima envergadura lo comprenderá: hay días en que parece que vayas a cumplir tus sueños o hacerte rico de la noche a la mañana y otros en los que te vas a dormir pensando en dónde te has metido.
Cuando dejé mi trabajo en Agosto andaba con pies de plomo, atento a cualquier signo de aparición de los fantasmas del pasado. De ese miedo que te dice que si antes no salió bien, ahora también puede ocurrir lo mismo.
Pero ahora es diferente, me encuentro en un estado muy lejano a cómo me sentía la primera vez que decidí dedicar en mi vida unos meses a emprender a tiempo completo. Aquello era un tsunami emocional constante y tan pronto podía saltar de alegría al ver que alguna cosa salía bien como llorar de desesperación al no entender por qué fracasaba constantemente.
Todo aquello me hizo más fuerte emocionalmente. De los golpes aprendes no sólo a tomar las decisiones estratégicas correctas, sino a tomartelo tú también de otra manera en el plano emocional. Ya no importa si hoy hemos vendido tanto o si este competidor ha hecho tal o si el mercado se está moviendo de esta manera… lo único que importa es la calidad del trabajo diario y mantener el foco.
Importa si hoy he cumplido productivamente con las horas de trabajo que tenía que hacer. Nada más.
Me tomo mi vida como un experimento y ahora tengo un gran interés en ver qué ocurre a la larga cuando dejo todo atrás y doy el 100% por un solo negocio, ya que nunca hasta ahora lo había hecho.
Mi mente y mi tiempo siempre habían estado divididos entre multitud de proyectos, sin focalizarme durante un largo periodo de tiempo en ninguno en concreto. Incluso no me apetecía escribir esta entrada, ya que solo quiero trabajar y descansar, pero algo me dice que debo seguir sacando siempre un ratillo para escribir ocurra lo que ocurra 🙂
Y poco más de momento… todo está fluyendo sin ponerle demasiado esfuerzo, lo cual es una señal muy buena.
Pequeñas cosas como el piso, que es perfecto y no tenemos que buscar otro hasta Mayo, que la conexión a Internet funcione perfectamente, que el transporte de todos los trastos se hiciera sin romper nada o que pudiéramos alojarnos varios días en casa de los tíos de Fernando cuando llegamos hacen que todo sea más sencillo.
Todo esfuerzo tiene su recompensa, ¡mucha suerte Pablo! Gran post 🙂
Muchas gracias Eriii 🙂
Casi escucho el ruido del mar y del viento 🙂 Ojalá consigáis inspirar y enraizar los pies al borde del precipicio (hermosa foto).
Gracias por compartir tu viaje, por compartir tus sueños y el proceso por hacerlos realidad. Y mis mejores deseos.
Jajajaja, ¡muchas gracias Yolanda! Iré compartiendo al menos una vez al mes lo que nos ocurre por aquí 😉 Un abrazo grande.
El post muy bien, pero la música… ¡es alucinante! Mucha suerte en tu nuevo projecto, aunque escuhando las pistas se ve el tremendo trabajo que ya hay detrás. Un abrazo 🙂
Muchas gracias Jesús, ahora se lo diré a Fernando, que él es el artista principal en temas musicales, seguro que le hará mucha ilusión, jeje.
¡Un abrazo!
Yo vengo de vuelta de 1 año en Menorca… la verdad es que si puedes permitírtelo es una decisión de la que no te arepentiras nunca. Yo por temas familiares he tenido que volver. Por lo visto hay gente que necesita esa clama, esa paz y ese aislamiento y gente que no. También es diferente llevar en la mochila mujer y niños (de edades que ya entran en conflicto con esta decisión). Yo he conocido a gente interesante y te puedo conectar con alguno que te puede ir muy bien… por privado en mi mail nos hablamos. Leí tus primeros pasos y me inspiraron para el año pasado dar el paso a Menorca. Es un sitio increíble (para mi) y aquí al lado de Barcelona si necesitas conectarte o reunirte. Felicidades y espero que el invierno menorquín sea tan leve como el que me tocó a mi el año pasado.
Genial Karlos! Envíame un mail a pablo.olondriz[a]gmail.com y lo hablamos 🙂
Sí, yo soy de los que necesita ese aislamiento, que sino me disperso, jajaja. Qué bueno que hayas estado un año por aquí, es genial esta isla!
¡Pablo! Qué alegría me ha dado leer esta entrada. Soy Mario, el que se plantó en BigSeo desde Madrid.
No te conté que al final hice la entrevista pero nada, ahí se quedo. Dentro de mi hasta me alegro porque no tenía realmente ganas de ir a Barcelona. Algo me decía que tenía que quedarme en Madrid y mira, me han cogido en una agencia de SEO aquí. 😀
Peor esto tiene los meses contados porque tengo la mismas sensaciones que tienes tú en este post. Estoy aquí currando pero cada segundo de mi vida pienso solamente en mis proyectos y tengo unas ganas inimaginables de centrarme solo en ellos.
Lo bueno es que tengo fecha para que eso suceda. Enero de 2017. Y me ha encantado ver que habéis hecho lo mismo que vamos a hacer mi socio y yo. Alquilar un sitio para los dos y trabajar a muerte. El plan era un piso en Madrid pero la idea de irnos a un sitio aislado rodeado de naturaleza ¡me parece buenísima!. (Lo propondré en la próxima junta de accionistas de mi empresa).
¡¡¡Un abrazo Pablo!!!
Jajajaaj que pasa Mario! Como me alegra verte por aquí!
Pues sí, si podéis iros a las afueras, que en los sitios con naturaleza se trabaja mejor siempre 🙂 Además al lado de Madrid tenéis una Sierra muy bonita, jejeje.
Ya me informarás a ver qué acabáis haciendo! Un abrazo muy grande crack!!
DALEEE! Eres el mejor 🙂
Jajajaja un besito enorme guapísimaaaaa!!! 😀
Da gusto leerte Pablo. Entran ganas de hacer la maleta y desaparecer un tiempecillo (seguramente me toque en breve). Mucho ánimo en esta nueva etapa.
Un abrazo,
Kevin Albert
Muchísimas gracias Kevin!
Esto es más duro de lo que parece, pero siempre vale la pena, jeje.
Qué tienes pensado?
Un abrazo!
Exito en tu nueva etapa, tu historia me da esperanzas, aunque aun estoy en la etapa de la ansiedad de dejar un trabajo formal para dedicarme 100% a manejar mi propio negocio.
Saludos desde Chile
¡Muchas gracias Agustín! Aquí seguimos, trabajando tanto que aún no me ha dado tiempo de escribir otra entrada, jejeje.
Mucho éxito y ánimos para ti también 🙂
Què Bueno. Estoy unos días en Amsterdam desconectando en casa de un amigo, y he vuelto a tu libro de los 300€ al mes pq estando aquí he recordado lo importante que es para mí moverme. Y voy a tu blog buscando en Google y veo que estàs viviendo en mi ex-isla (estuve allí 3 anos). Jejejej qué cosas más raras pasan! Llevo ya unos años en BCN de nuevo y entiendo lo que dices, algunos necesitamos vivir la vida de manera digamos poco convencional. Y otra casualidad un amigo mío viajero ha ido a vivir a Menorca hace poco con su novia e iré a verlos el mes próximo. Es un emprendedor tb de los atípicos. Si te apetece tomamos una cerveza en Fornells! Jajajaja Un abrazo dsde Vondel Park.
¡Hola Josep!
Jejeje, al final estuve viviendo en Menorca durante 1 año pero ya volví a Barcelona, así que en Septiembre si quieres quedamos un día por allí.
Que ilusión que te gustara mi libro 😀
¡Un abrazo!