Ni tu ni yo ni nadie…

Todos estamos vivos y no sabemos el por qué. No sabemos qué estamos haciendo aquí. No sabemos qué es ésto.

No sabemos por qué nacimos en ese año concreto, con esa familia, en ese sitio y con este cuerpo. No sabemos si estamos viviendo nuestra vida bien o mal. No sabemos la repercusión de nuestras acciones en el futuro.

Y no sabemos qué pasará el día en que, de una manera u otra, acabemos muriendo.

Ese día ya está marcado en un calendario, ese día existirá dentro de un tiempo. Es un día en el que tu te despertarás como cualquier otro desde que naciste… pero no llegarás a completarlo.

¿Ya has empezado a sentir cierta ansiedad? Espera, espera… sigue leyendo. Partimos de la base de que no tengo ni idea de lo que estoy hablando y no soy un científico ni nada parecido, simplemente escribo aquí pensamientos que tengo de vez en cuando y que me hace gracia compartir en el blog.

Y cuando eso ocurra, cuando mueras, estarás en otro sitio. Y cuando digo sitio me refiero no en un sitio físico, sino otro estado.

Quizá te reencarnes en otra persona, en otro tiempo, como en la historia del huevo.

Quizá incluso te reencarnes en otra cosa que no sea humana, en otro universo diferente que el que conocemos.

Quizá tu consciencia o “alma” de repente se encuentre con algo que le haga entender algunas cosas o entenderlo todo. (¿A quién no le gustaría tener todas las respuestas?)

Quizá te vayas a una especie de cielo eterno, como algunas religiones apuntan.

Quizá te encuentres con tus seres queridos en otro lugar.

Quizá tu ego desaparezca, no pudiéndote identificar con la persona que eras y entonces te fundas con la consciencia universal y pases a formar parte de todo el universo junto, de todo lo que contiene y de la percepción que tiene el universo entero de sí mismo, sin espacio ni tiempo.

Esta última es la que, pudiendo elegir, me molaría a mi… imagínate no ya sólo encontrarte con las personas a las que has querido sino ser lo MISMO que ellas, formar parte de todo. Qué pasada.

 

Quizá desaparezca todo lo físico, pues todo era una simple simulación creada por tu mente, como un holograma, y sigas en otra cosa que se sentirá como aún más real, como en Matrix.

Quizá no haya NADA. Quizá sea como cuando acaba una película, que queda la pantalla en negro y no exista nada más. Cumpliste tu función viviendo y ya no hay más que eso. No sentirás nunca nada más ni serás consciente de nada ni nadie te explicará nada ni volverás a vivir nada jamás.

Finito.

Muchas personas creen saber en lo que hay luego, pues otra gente les han dicho que será de una determinada manera y ellos así lo creen.

Otras le han dado vueltas al asunto y al final han acabado montado un modelo de creencia para sí mismas. 

Y otras muchas simplemente ni se lo plantean, pues no es un pensamiento práctico y no nos sirve para comer, dormir, ganar dinero o pasarlo bien.

El caso es que billones de personas ya han existido desde que el ser humano es humano, desde la prehistoria y han muerto. Ellos ya han pasado a ese otro estado. Y ninguna ha vuelto para decirnos qué pasa.

Sí, quizá parece que haya algunas que se han podido “comunicar” con nosotros. Que si fantasmas, que si Ouija, que si libros bíblicos, que si ECMs, que sí místicos en éxtasis, que si Ayahuasca o DMT… ningunas casan con las otras y todas juntas desde mi punto de vista nos proveen de una incoherencia brutal.

No tienen ningún sentido.

Parece que nadie sabe nada realmente.

Llegados a este punto pueden pasar tres cosas: o has empezado a sentir cierta ansiedad y quieres dejar de leer, cosa que ocurre a muchas personas al tocar estos temas un poco más a fondo de lo normal (recordemos que lo normal es NADA, pues el tema de la muerte parece un tema tabú en nuestra sociedad y casi no se habla) o estás tan seguro de que tu creencia es la verdadera que sigues leyendo solo por gusto o disgusto… o estás como yo y sigues tan perdido como siempre.

¿Total, que si nadie sabe nada a que viene todo este rollo de post, Pablo? 

Pues paaaaara…

Perdón, el caso es que para hacer el post un poco más ameno, se me ocurrió añadirle dibujitos. Primero empecé con Paint, en el ordenador, pero quedaban tan horribles que me descargué una app para dibujar en el móvil con la mano. El problema es que era tan divertida que entré en un estado de flow y mi subconsciente tomó el mando, perdiendo toda una tarde dibujando cosas absurdas. 

Pues eso, para que no te tomes todo tan en serio.

Piensa que, si nadie sabe nada, todo lo que hay montado alrededor tuyo es invención del hombre: esta sociedad, las ciudades, los trabajos, la cultura, la educación, las reglas, la política, la moralidad, los países… todo salido de la mente de personas que, al igual que tu, no sabían absolutamente nada de lo importante, del por qué estamos aquí, de la base.

Porque sí, hemos descubierto e inventado millones de cosas desde que dominamos el fuego hace 800.000 años. Hay que reconocer que los avances han sido espectaculares, sobretodo este último siglo, el siglo de la información, la genética, la física de partículas y la nanotecnología.

Pero todo ello sigue aguantándose encima del aire.

Y mientras no tengamos respuesta a todo lo que he escrito en la primera frase de este post, seguirá siendo así.

¿Que ocurriría si ahora los científicos del CERN por ejemplo descubrieran que el sistema solar pasa por ciclos de nosecuantos millones de años y que justo el año que viene acabamos uno y entramos en el otro? ¿Y que en este otro ciclo las energías varían radicalmente y los humanos de repente no necesitamos comida porque nos alimentamos de rayos solares, tenemos telepatía y podemos desplazarnos volando porque casi no nos afecta la gravedad?

¿O qué ocurriría, siendo un poco más realistas, si llegamos en los próximos años a la singularidad y de repente la inteligencia artificial sobrepasa la capacidad del ser humano, resolviendo automáticamente cientos de problemas que aún tenemos, como el hambre, la destrucción de la tierra y las enfermedades?

Sí, todo esto es ciencia ficción.

¿Pero no parecía ciencia ficción también hace unos siglos que pudiéramos grabar trozos de nuestra vida y sonidos y luego repetirlos? ¿O hablar con una persona al otro lado del planeta de manera instantánea mediante ondas y aparatos llenos de chips?

Ahora nos parece normal, pero tu enséñale esto a alguien de la Edad Media, a ver el síncope que le da…

Todas esas reglas, ciudades, trabajos, cultura, educación, países… toda esa invención humana que rige y determina nuestras vidas dejaría de sernos útil y cambiaría de la noche a la mañana. Y también cambiarías tú. Cambiaría tu mente, se reprogramaría y se quitaría automáticamente multitud de limitaciones mentales. 

Basamos nuestra vida en nuestro entorno y en nuestros deseos para el futuro.

¿Pero qué pasa si te das cuenta de que tu entorno es hoy en día completamente inestable (cada vez más) y puede cambiar en muy poco tiempo y que tu futuro es indeterminado pues no sabes ni cuándo vas a morir ni qué pasará después?

Pues que quizá… quizá tengas menos miedo a la hora de tomar decisiones en tu vida.

Quizá empieces a escuchar un poco más tus instintos para dejar de “luchar” y confiar más en que todo saldrá bien y que, si no sale bien, tampoco importa, pues habrás aprendido cosas del dolor.

Quizá no te importe tanto lo que puedan pensar los demás.

PORQUE NO IMPORTARÁ DENTRO DE 4.760 AÑOS CUANDO NADIE SE ACUERDE DE NADA DE LO QUE HA PASADO ESTE AÑO 2.016.

Perdón por el grito.

¡Pero es que eso es bueno! 

Es genial… le quita mucha presión a la vida. Ya no tienes que demostrar nada a nadie, ni siquiera a ti mismo. No tienes que “llegar a ser” nada.

No sé, yo empecé a pensar esto hace un tiempo y me ha ayudado a no tener miedo al tomar algunas decisiones importantes en mi vida.

Y quizá a alguien que lea este post también le ayude, es solo por esa razón que escribo.

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