El otro día no sé como (la verdad es que nunca sé cómo) cayó en mis manos un PDF cortito pero muy interesante. Era el capítulo 15 de un libro titulado “El viaje más allá de ti mismo” en inglés. El capítulo se llamaba ‘El camino de la felicidad incondicional’ y quise traducirlo para que tú también pudieras leerlo, porque es genial:
El camino espiritual más alto es la vida misma. Si sabes cómo vivir la vida día a día, todo se convierte en una experiencia liberadora. Pero primero te tienes que acercar a la vida de manera correcta, o todo puede ser muy confuso. Para empezar, hay que darse cuenta de que realmente sólo tienes una elección en esta vida, y no se trata de tu carrera, con quien te quieres casar o si quieres buscar a Dios. Las personas tendemos a agobiarnos con tantas opciones.
Pero, al final, puedes tirar todo por la borda y tomar una sola decisión básica: ¿Quieres ser feliz o no quieres ser feliz? Es así de simple. Una vez que hagas esa elección, tu camino por la vida se vuelve totalmente transparente.
La mayoría de las personas no se atreven a darse a sí mismos esa opción porque creen que no está bajo su control.
Alguien podría decir: “Bueno, por supuesto que quiero ser feliz, pero mi mujer me ha dejado.” En otras palabras, quieren ser felices, pero no si su esposa les ha dejado.
Pero esa no era la cuestión.
La pregunta era, simplemente, “¿Quieres ser feliz, o no?” Si sigues preguntándotelo de esta manera, así de simple, verá que en realidad es algo está bajo tu control, sólo que tienes un conjunto de preferencias que se interponen en el camino.
Imagínate que has estado perdido y sin comida durante varios días, y finalmente encuentras un camino que lleva a una casa. Casi no puedes llegar ni a la puerta, pero te las arreglas para llamar al timbre.
Alguien abre la puerta, te mira y dice: “¡Oh, Dios mío! ¡Pobrecito! ¿Quieres algo de comer? ¿Qué te gustaría?”
La verdad es que realmente no te importa lo que te den de comer. No quieres pensar en ello, quieres cualquier cosa que esté dentro de la palabra “comida”. Te da igual lo que sea mientras sea comida.
Lo mismo ocurre con la pregunta acerca de la felicidad. La pregunta es, simplemente, “¿Quieres ser feliz?” Si la respuesta es realmente así, entonces dilo sin condiciones.
Después de todo, lo que la pregunta realmente quiere decir es “¿Quieres ser feliz a partir de ahora, para el resto de tu vida, independientemente de lo que suceda?”
Si dices que sí, puede ocurrir que tu mujer te deje, o que tu esposo muera, o las caída estrepitosa de tus acciones en bolsa, o que su coche se averíe en una carretera por la noche.
Esas cosas pueden suceder entre hoy y el final de tu vida.
Pero si quieres caminar por el camino espiritual más alto, entonces cuando contestas sí a esa simple pregunta, debe ser realmente en serio. No hay “peros”, “y”, o “esques” al respecto. No es una cuestión de si tu felicidad está bajo tu control. Por supuesto que está bajo tu control. Es sólo que no lo dices en serio cuando dices que estás dispuesto a permanecer feliz. Tú siempre quieres calificarlo. Quieres decir que mientras esto no ocurra, o durante el tiempo que esto suceda, entonces estás dispuesto a ser feliz. Es por eso mismo que parece que la felicidad esté fuera de tu control.
Cualquier condición que crees limitará tu felicidad.
Simplemente no vas a ser capaz de controlar las cosas y evitarlas de la manera en que desees.
Tienes que dar una respuesta incondicional. Si decides que vas a ser feliz a partir de ahora para el resto de tu vida, no sólo serás feliz, sino que estarás iluminado.
Felicidad incondicional; es la técnica más alta que existe. Para ello no tienes que aprender el sánscrito o leer cualquier escritura. No tienes que renunciar al mundo. Sólo tienes que realmente quererlo cuando dices que eliges ser feliz. Y tienes que mantenerlo independientemente de lo que suceda.
Este es realmente un camino espiritual y es tan directo y seguro hacia el Despertar como ningún otro que pueda existir.
Una vez que decides que quieres ser incondicionalmente feliz, sucederá algo inevitablemente que te retará de repente. Esta prueba de tu compromiso es exactamente lo que estimula el crecimiento espiritual.
De hecho, es el aspecto incondicional de tu compromiso el que hace de éste camino el más alto. Es muy simple. Sólo tienes que decidir si va a romper o no tu promesa. Cuando todo va bien, es fácil ser feliz. Pero el momento en que algo difícil ocurre, no es tan fácil.
Te encontrarás a ti mismo diciendo: “Pero yo no sabía que esto iba a suceder. No pensaba que me iba a perder mi vuelo. No sabía que Silvia aparecería en la fiesta con el mismo vestido que yo llevaba puesto. No pensé que alguien me iba a rayar el coche una hora después de haberlo comprado.”
¿Estás realmente dispuesto a romper tu voto de felicidad porque estas cosas han ocurrido?
Miles de millones de cosas pueden suceder en las que ni siquiera has pensado todavía. La pregunta no es si van a suceder. Las cosas suceden. La verdadera pregunta es si quieres ser feliz pase lo que pase.
El propósito de su vida es disfrutar y aprender de tus experiencias. No fuiste puesto en la tierra para sufrir. No estás ayudando a nadie al ser miserable. Independientemente de tus creencias filosóficas o religiosas, el hecho es que naciste y vas a morir. Durante el tiempo entre medio, puedes elegir si quieres o no disfrutar de la experiencia.
Los eventos que ocurran no determinan si vas a ser feliz o no. No son más que hechos. Tú determinas si vas o no vas a ser feliz. Puedes ser feliz por el mero hecho de estar vivo. Puedes ser feliz con todas las cosas que te ocurran y, a continuación, ser feliz de morir. Si puedes vivir de esta manera, tu corazón estará tan abierto y tu espíritu será tan libre, que se elevará hasta el cielo.
Este camino te lleva a la trascendencia absoluta, ya que cualquier parte de su ser que agregue una condición a tu compromiso con la felicidad se tiene que marchar. Si quieres ser feliz, tienes que dejar de lado la parte de ti que quiere crear un melodrama. Esa es la parte que piensa que hay una razón para no ser feliz. Tienes que trascender lo personal y, al hacerlo, naturalmente despertarás a los aspectos más elevados de tu Ser.
Al final, disfrutar de las experiencias de la vida es lo único racional que tenemos que hacer. Estás sentado en un planeta girando en medio de ninguna parte. Adelante, echa un vistazo a la realidad. Estás flotando en el espacio vacío en un universo que dura una eternidad. Si tienes que estar aquí, por lo menos sé feliz y disfruta de la experiencia. Te vas a morir de todos modos. Las cosas van a ocurrir de todos modos. ¿Por qué no debes ser feliz? No ganas nada al ser molestado por los acontecimientos de la vida. Estar preocupado no cambia el mundo; solamente te hace sufrir. Siempre vas a tener algo que te moleste si tú lo permites.
Esta elección de disfrutar de la vida te llevará a través de tu viaje espiritual. En realidad, es en sí mismo un maestro espiritual. Comprometerte a la felicidad incondicional te enseñará todas las cosas que tienes que aprender de ti mismo, de los demás, y sobre la naturaleza de la vida. Aprenderás todo sobre tu mente, tu corazón y tu voluntad. Pero tienes que quererlo de verdad cuando digas que serás feliz el resto de tu vida.
Cada vez que una parte de ti empiece a ser infeliz, déjala ir. Trabaja con ella. Utiliza afirmaciones, cambia de estado o haz lo que haya que hacer para permanecer abierto.
Si estás comprometido, nada puede detenerte. No importa lo que pase, tú puedes optar por disfrutar de la experiencia. Si te matan de hambre y te ponen en régimen de aislamiento, simplemente diviértete haciendo ver que eres Gandhi. No importa lo que pase, simplemente disfruta de la vida que te viene.
Por difícil que parezca, ¿cuál es el beneficio de no hacerlo? Si eres totalmente inocente y te encierran, divierte también. ¿De qué sirve no divertirse? No cambia nada.
Al final, si te quedas contento, tú ganas. Haz de éste tu juego y mantente feliz sin importar lo que pase.